Un Jedi sabe que la maldad no existe. Lo que suele
confundirse con maldad es el miedo, la ignorancia o la ira: las diversas caras
de la oscuridad.
El Jedi conoce también que tampoco hay malas palabras, sino
palabras falsas. Cosas que parecen tener significado pero son solo instrumentos
de la oscuridad.
Las palabras pueden provocar tanto sufrimiento como las
armas más terribles. Hay palabras que han
matado millones de personas.
La más dañina, la más fértil cuna de guerras, destrucción y
dolor es la palabra “Ellos”
Por supuesto, su inseparable hermana resulta igualmente
feroz y necesaria para el triunfo de la oscuridad y el caos: “Nosotros”
La concepción de que el universo puede ser divido en dos
categorías, una de las cuales integra completamente a un individuo y otra que
no lo contiene para nada, es una de las falsedades más difundidas a la hora de
reclutar odio y miedo.
El mundo real no puede ser dividido. Todo está entrelazado.
¿Cómo podría dividirse el mundo en “nosotros” y “ellos”? ¿Tan
seguro se puede estar de que todos “nosotros” realmente somos “nosotros”, y de
que no hay nada de “nosotros” en “ellos”?
La palabra “nosotros” es el germen de todo ejército, “ellos”
es la simiente de todo campo de concentración, bombardeos y odios.
Cuando el jedi escucha que alguien está hablando sobre “nosotros”
y “ellos”, sonríe y se aleja del político, comerciante de odio o mero ignorante
al micrófono. El jedi es algo pacato y detesta las falsas palabras. Lo impresionan.